¿Cómo funcionan las Células del Cordón Umbilical?
Las células madre del cordón umbilical son una herramienta clave en la medicina moderna, utilizadas en el tratamiento de más de 84 enfermedades. Su capacidad regenerativa y de modulación inmune las hace esenciales en terapias hematológicas y nuevas investigaciones para enfermedades neurodegenerativas y autoinmunes.
Células de la Sangre del Cordón Umbilical (SCU):
Células madre hematopoyéticas: Cruciales para la regeneración de glóbulos rojos, blancos y plaquetas. Estas células se utilizan en el tratamiento de enfermedades hematológicas y trastornos del sistema inmunológico.
También contienen progenitores endoteliales que contribuyen a la reparación vascular.
Incluyen células NK (Natural Killer), conocidas por su actividad citotóxica en la eliminación de células tumorales y la modulación de la respuesta inmunológica.
Células del Tejido del Cordón Umbilical (TCU):
Compuestas principalmente por células madre mesenquimales, que poseen una capacidad regenerativa y antiinflamatoria. Se están investigando para aplicaciones en lesiones traumáticas, parálisis cerebral, autismo y enfermedades neurodegenerativas.
Aplicaciones Clínicas de las Células de la SCU:
• Desde 1988, se han realizado más de 40,000 trasplantes con sangre de cordón umbilical a nivel mundial.
• Empleadas en el tratamiento de más de 84 enfermedades, como trastornos hematológicos, leucemias, linfomas, mielomas, y anemias. También se utilizan en inmunodeficiencias y algunos tumores sólidos.
• En terapias regenerativas, se investiga su uso en combinación con la quimioterapia y la radioterapia para reducir la recidiva de cánceres.
Investigaciones en Curso:
Las células madre mesenquimales TCU se están investigando por su capacidad regenerativa y antiinflamatoria. Su uso se estudia para tratar condiciones como autismo, parálisis cerebral y lesiones traumáticas, gracias a su habilidad para secretar factores que promueven la neurogénesis y la reparación de tejidos dañados. También se están evaluando para el manejo de enfermedades crónicas como la esclerosis múltiple y la artritis reumatoide.
Fuentes: Eurostemcell y estudios en la Universidad de Alcalá (UAH)